martes, 22 de abril de 2008

En el jardín Del Cid





¡Yo soy!









Mi sombra subida a un árbol del jardín del Cid, contempla bajo la sombra del mismo, a dos amigas que ríen ruidosamente:

_Pues lo que nos pasó en Portugal, cuando fuimos con el Insti., fue de ja, ja _cuenta una de ellas_ Marisa Serrano y yo estábamos en la habitación del hotel "Porto Boega". Queríamos llamar a España y ella descuelga el teléfono y dice: "Por favor quiero hablar con provincias".

Yo, muerta de risa, le digo que no, que hay que decir con España.
Ella que tampoco aguanta la risa oye a través del teléfono:

_Sí, ¿con León no? _toda sorprendida salta_ y... ¿tú cómo lo sabes? ¡No veas la que se armó!

Creíamos hablar con recepción y resulta que nos salió la habitación de Toño y Rafa. Lo más gracioso fue que ellos siempre se pensaron que estábamos de broma y... por supuesto, que queríamos algo con ellos. ¡Nunca creyeron que había sido una casualidad!.
Para más cachondeo nos dice Rafa:

_Leer la hoja de información de la habitación. La leímos y... ¡No te lo vas a creer! ponía textualmente: " Para ligar aos outros quartos, discar o respectivo número". ¡No veas que pitorreo todo el viaje! ¡Nos divertimos mogollón!

Las dos se retorcían a carcajadas. Mi sombra siguió allí riendo también. Recordé una frase de autor anónimo: "La casualidad es la inteligencia no comprendida".




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