sábado, 3 de mayo de 2008

En la calle Cardenal Lorenzana






¡Yo soy!





Mi sombra bajo el olivo de esta cortita calle de nombre tan largo, observa a una joven con un carrito que habla con el bebé mientras espera.

_Ya ves mi niño, me levanté a las seis de la mañana para sacarme la leche. Te tomas 180 c.c. y sólo saqué 70 c.c. ¡Vaya mierda de desayuno! (mira para el bebé y sonríe), sí, tú ríete que a este paso tengo que dejar de darte el pecho y empezar con el "bibe". ¡Sólo cinco meses y todo son inconvenientes! Reducción de jornada, menos dinerito, ¡el sacaleches! que no veas la mala leche que se me pone cada vez que lo hago. ¡Con lo bien que lo haces tú! Luego en la "guarde" todo serán moquitos y toses. Sí, sí tú sigue aggu...aggu...¡¡aguantar es lo que me queda!!

_¡Pues vaya con la emancipación! ¡Vaya con la ingeniería! ¡Con lo bien que estaría yo cuidándote!. Ya me daba miedo incorporarme, pero... ¡ni por asomo me imaginé lo que me esperaba!. ¡Cinco técnicos medios nuevos! No parecía la misma oficina. Los dos técnicos superiores se han hecho coordinadores o sea a partir de ahora ¡a tocarse la barriga sin dar golpe!. Sí mi niño, tú ríe que eres la única alegría del día.

_¡Menudo marrón! Como mamá es técnico superior... ¡me han metido calderería!. Después de años en ergonomía sin reciclado de ninguna clase. ¡No puedo ponerme a inspeccionar calderas!. ¡Me meterán en la cárcel! y... ¿qué será de ti sin mamá?

¡Vamos que ahí viene papá! Se acerca un joven con coleta y se van los tres...
Yo miro el olivo y le digo: tú sabes... ¿quién dijo que como Dios no podía estar en todas partes por eso creó a la madre? El olivo no me respondió.


Hoy es el día de la madre y como las sombras también somos madres pienso en una famosa frase:
"Madre: la palabra más bella pronunciada por un ser humano" de Kahil Gibran.




3 comentarios: