miércoles, 27 de mayo de 2009

¡Nada que ver!





¡Yo soy!





Dos jubilados se sientan al lado de mi sombra:

_¡Nada que ver, hombre nada que ver! Ni con "El Club de los 60" ni con "El Inserso". Los viajes que se hacen de joven o con gente de distintas edades se viven de otra manera.

_¡Hombre claro! _añade el acompañante_ mira te voy a contar una anécdota que viví este año cuando volví a Egipto con mi mujer por "El Club de los 60". ¡Te vas a reír pero así fue!

En el primer viaje, hace diez años, visitamos una tienda de perfumes del Gobierno. Éramos un grupo de jóvenes y no tan jóvenes. Nos divertimos tomando el "karcaré" mientras un guía nos explicaba:

_Este perfume "Secreto del Desierto" es un afrodisíaco femenino pone a la mujer en la cama como una yegua _imagínate las risas_ esta esencia "Tut-Ankh-amon" pone a los hombres "como motos"_a carcajada limpia tod@s.

¿Qué pasó en este segundo viaje?. También fuimos a una tienda de éstas. Mientras tomábamos "karcaré, té, café o coca-cola, el guía, un chico muy joven comenzó:

_¿A quién le duele la espalda, el hombro o la rodilla? _varias manos se levantaron_ Muy bien pues esta esencia con un pequeño masaje, ahora lo comprobarán, quita el dolor de espalda, esta otra, mejora las articulaciones, esta otra... Eso sí los voluntarios salían encantados. Pero... ¡Qué diferencia!

_ Mucha, mucha, _añadió el primero riendo_pero... míralo por el lado bueno, si no fuera así mucha gente como nosotros no podría viajar.


Ambos quedaron en silencio, mi sombra sonriendo pensó: El corazón humano es una gran necrópolis, si damos suelta a los recuerdos..., ¡cuánta tumba! de Edmond y Jules Goncourt.




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