lunes, 29 de junio de 2009

¡¡Salir de Cuba!!




¡Yo soy!





Trabajó 35 años en "La Cubana de Aviación".

¡Siempre le faltó lo mismo, libertad! Tiene 72 años, se sentía prisionero y siempre soñó con ser libre.
Vivía con su vieja y su pensión en una casita a las afueras de La Habana. En su soportal, pasaban las horas con amigos charlando, no muy alto, casi siempre de lo mismo. ¿Cómo salir de Cuba? Aman su país, pero no pierden la esperanza de conocer la libertad.

Un día de verano, hace unos años, una joven pareja de españoles, les visita. Quieren saludarles. ¡Son sus antepasados! Nada más marcharse el joven matrimonio, un jefe de cuadra (vigilante de barrio), viene a informarse: a qué han venido esos turistas, qué deseaban, que traían...

Al poco tiempo del regreso a España del joven matrimonio, llega una carta del anciano. Les pide que les ayuden a salir del país a él y a su viejita.

Mi sombra les sigue en su paseo diario por León y se siente feliz de verlos disfrutar de Libertad recordando a su querida Habana.


Caminan despacio, mi sombra les adelanta recordando: "La libertad y la salud se asemejan: su verdadero valor se conoce cuando nos faltan" de Henry Becque.




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