lunes, 7 de septiembre de 2009

¡ La pierna !




¡Yo soy!






La operación fue un éxito. Le amputaron la pierna en Santander. Todo había salido como estaba previsto.

A los ocho días surgen varias complicaciones por su avanzada edad, que desembocan en el fatal desenlace. Murió un viernes. El sábado fue enterrado.

El lunes sonó el teléfono en León:

_Es usted la viuda de...

_Sí señor, soy yo.

_Bien... le llamamos desde el hospital... ( la voz carraspea) queríamos consultarle... ¿Qué hacemos con la pierna?

_¿Qué pierna? _pregunta la mujer.

_La de su marido _el auricular se escurrió de las manos de la anciana, mientras se oía: "Oiga, oiga..."

Mi sombra se siente culpable, porque no pudo evitar una sonrisa, cuando se lo contaron.


"Con frecuencia es demasiado sencilla la verdad para que sea creída" de Fanny Lwald.




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