jueves, 4 de octubre de 2012

¿Dinero o comida?




¡Yo soy!

                    

Mujer, con bebé en brazos extranjera, cerca de una farmacia se dirige a un hombre:

_Favor, comprar leche bebé. El hombre le dice:

 _Venga aquí a la farmacia que se la compro. 

_¡No, no, farmacia no, allí _señala enfrente_ Alimerca más barato. 

_¡Joder! _piensa el hombre_ Sí que son comedidos algunos extranjeros, en el supermercado porque es más barato._ Esta bien, venga _dice caminando hacia el "super" cercano. Ella se queda a la puerta.

 El hombre entra y sale con dos paquetes de seis litros de leche de bebé que entrega a la mujer. Se aleja un poco, se da la vuelta y ve que la mujer ha entrado en el Alimerca. Espera unos instantes y la ve salir con las manos vacías. ¡Ni rastro de los paquetes de leche! 

La observa y se da cuenta de que detiene a una mujer, con el mismo cuento u otro parecido con el que lo detuvo a él. ¿Qué ha ocurrido? Que la mujer ha entrado en el supermercado y ha cambiado la leche por dinero contante y sonante. 

¡Seré ingenuo! _dice para sí mismo _ ¿Y yo que era de los que pensaba que si pedían comida, algo habría que darles?


A veces ante la duda nos sentimos obligados pero... "La limosna rebaja tanto al que la recibe como al que la da" de Anatole France.


                                                  

2 comentarios:

  1. Yo me siento fatal si paso de largo sin darla aunque luego hagan con ella lo que tu sombra nos cuenta, Mara.

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  2. Te comprendo. Yo no suelo dar, pero me voy con un sentimiento de culpabilidad. Un abrazo.

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