jueves, 29 de noviembre de 2012

¡Se llama Agapito!




¡Yo soy!



 Te lo puedes encontrar por El Barrio Húmedo. Allí está en su elemento junto con su escuadra de cuatro o cinco amigos más.

 Es un mayor de espíritu siempre joven. Te puede hablar de León, de política, de la Legión donde pasó un largo tiempo, de los malos tiempos cuando trabajó más de ocho años sin disfrutar un día de vacaciones hasta que se cansó y se las piró. 

Para él los buenos tiempos son estos en los que puede: pasear con sus compañeros, jugar la partida diaria, ver los partidos de la Roja y sobre todo tomar los vinos por el Húmedo.

Un lunes, de mucho frío de hace unos años, a la hora de los vinos, sus compinches y él decidieron hacer un "pote gallego" y dirigirse a su bar preferido con sus cazuelinas de barro, a entonar el estómago de los paisanos y paisanas que encontraran allí. No repararon en  que, por ser lunes, su bar preferido estaba cerrado, así que decidieron pasar por los bares de la zona repartiendo el caldo.

 Tuvieron un gran éxito, así que uno de ellos, creo que fue el veterinario dijo:

 _El próximo lunes preparo yo unas "carrilleras" de tapa y las traemos. Así lo hicieron. Otro de los del grupo apostilló:

 _Pues el lunes que viene, preparamos  una "caldereta" con patatas y congrio que se van a chupar los dedos. Lo cumplieron.

 Así nació una costumbre completamente altruista en la que Agapito y sus amigos durante los meses de frío, casi todos los lunes, preparan un plato de comida caliente que reparten por la mayoría de los bares del Húmedo. Eso sí, el primer lunes preparan siempre un "pote gallego". Al principio lo repartían en cazuelas de barro que más de uno se la llevaba de recuerdo, por lo que la peña decidió cambiarlas por escudillas de metal. 

¡Ya lo sabes! (Aunque no necesitan publicidad pues son ya much@ los que participan de su ronda). Si coincide que tú un lunes sales a vinos por el Húmedo, en cualquier bar pueden aparecer, Agapito y sus compinches. Abren su maletín de madera, donde guardan: cubiertos, escudillas, cacetas... y te invitan a una tapa caliente. ¡¡Eso sí no les hables de dinero porque les ofendes!! No es una obligación, ni un acto caritativo, simplemente lo hacen porque quieren.


Tenemos leoneses de libro: "Si pudiera enseñarse mediante reglas el gusto y el genio, no existirían ni el gusto ni el genio" de Joshua Reynolds. 




4 comentarios:

  1. Toda la vida por el Húmedo y es la primera vez que oigo esa historia.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. No me extraña Fonsado, yo me enteré hace ocho días, claro que para mí es una excepción ir un lunes a mediodía a vinos por el Húmedo. Un salido.

    ResponderEliminar
  3. vaya historia mas buena, me he enterado gracias al menealeon y me he quedado boquiabierta

    ResponderEliminar

  4. Me alegro que te haya gustado, Anónimo. Gracias por tu visita.

    ResponderEliminar