jueves, 28 de febrero de 2013

Las manos del Rey






Martes 5 de Febrero de 2013:

Su Majestad visita la Renault en Valladolid. Después de los saludos de rigor a los directivos de la empresa, deja sus muletas para hacer el recorrido por la factoría en el trenecito eléctrico preparado para la ocasión. De vez en cuando el tren hace una parada con el fin de que los trabajadores  saluden al Soberano. 

El Rey se detiene a cierta distancia ante un grupo de operarios y espera. Unos porque no lo desean. Otros por respeto, por timidez o por ambas cosas a la vez, nadie se mueve ni se acerca a saludar. Uno de los guardaespalda, se dirige a los trabajadores: ¡Joder, ir a saludar que para eso se para!

Por fin una chica se acerca y le da la mano al Monarca. Regresa sonriente y emocionada junto a sus compañeros. Según ella, ¡el Rey tiene unas manos finísimas! 

Esto me hace recordar mi visita a la Expo de Sevilla donde estuve varios días. Ya casi al final de nuestra estancia en Sevilla, tuve la oportunidad de saludar al príncipe Felipe. ¡Nunca olvidaré la sensación de "repelús" que me dieron sus manos ásperas y duras! Claro que por entonces hacía mucho deporte de regatas y es normal que las tuviera así. Me gustó su forma firme de dar la mano, eso sí. Allí también tuvimos la ocasión de coincidir con los Reyes de Suecia  y su hija la princesa heredera, primero visitando el pabellón de Andalucía y más tarde visitando el pabellón de Suecia, donde nos invitaron a una típica bebida del país. De ellos recibimos sonrisas corteses pero no supimos si sus manos eran finas o ásperas.


De todas formas, no son buenos tiempos para los reyes de Europa: "Todos ven lo que tú aparentas; pocos advierten lo que tú eres" de Micolás Maquivelo.




martes, 26 de febrero de 2013

¡Ser el segundo!





 "Ser el segundo en algo, es como ser el primero de los perdedores" esta frase la ha pronunciado recientemente Don José Angel Hermida, rector de la Universidad de León, ante los alumnos del único colegio privado de nuestra ciudad. No estoy para nada de acuerdo con ella. 

Para mí ser el segundo también es subir al podium, si los deportistas medallas de plata y de bronce se sintieran perdedores, no continuarían esforzándose sino que desistirían y no seguirían adelante. Pero aún esforzándose mucho, la mayoría de las personas no llegan a ser los primeros, luego según la frase, el resto serían perdedores. Nunca se pueden sentir perdedores los segundos, los terceros, los cuartos, los quintos... Ya sabemos que: "Lo que Dios no da Salamanca no presta" 

En la vida hay muchos  caminos y la mejor manera de frustar a un estudiante es exigirle que sea el primero. Ya se ha dicho más de una vez que el alumno más aventajado intelectualmente no suele ser el primero en actividades físicas y al revés. En uno de mis cuadernos tengo apuntado "Chorradas de futbolistas" entre ellas muestro dos perlas: 

"Mi insecto preferido es el "mono" porque "los monos siempre han sido mis favoritos son descarados" de Leo Messi. 

O esta otra: "Quiero que mi hijo sea cristianizado, pero no sé todavía a qué religión" de David Beckham cuando nació su primer hijo.

Los seres humanos, deberían ser valorados por igual los segundos, los terceros, los cuartos... el mejor consejo es el esfuerzo personal en todos los ámbitos. Que la  Universidad nos dé un título, no supone una garantía, sobre todo de felicidad. 

No ser el primero no impide triunfar en la vida. Lo importante es poder elegir y todos tenemos esa opción tarde o temprano. El día a día también está hecho de pequeñas elecciones.


Saber elegir es importante: "Elige un trabajo que te guste, y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu  vida" de Confucio.




jueves, 21 de febrero de 2013

Custodia, ¿compartida?



¿Custodia compartida?

Tienen dos hijos. Mientras la pareja convivió él se encargaba de bajarle la moral a su compañera con frases como: Si no hubiéramos tenido a los niños podríamos salir por la noche, viajar, ser más libres... Ella callaba mientras sufría al oír en boca del padre de sus hijos, el rechazo a lo que más amaba. Para ella sus hijos eran lo más grande surgido de su convivencia. 

Llegó su separación a los cuatro años de convivir juntos. Fue en ese momento cuando él puso hincapié en que tendrían la custodia compartida de sus vástagos. De repente los niños habían cobrado gran importancia para su padre. Ella, por el bien de los pequeños, no puso inconveniente alguno ya que vivían en la misma ciudad y para sus hijos sería lo mejor. Según el acuerdo los niños pasarían la mitad del tiempo con cada progenitor. 

Pasaron los meses, el padre encontró una nueva pareja y se trasladó a otra ciudad. A partir de ese momento sus hijos se convirtieron en un gran problema para el progenitor y para su nueva compañera a la que no le gustaban los niños. Las estancias con su padre se fueron distanciando hasta desaparecer totalmente: que el trabajo de él, que el trabajo de ella, que salían de viaje...

 Siguen pasando los años, los meses y los días... Quizás mañana, dos muchachos mayores de edad, desearán ponerle cara a su padre al que desde que eran unos niños no ven. 


Mi sombra suscribe: "Entre la justicia y mi madre, elijo a mi madre" De Albert Camus.



martes, 19 de febrero de 2013

¡Don Joaquín!





 Muchos leoneses recordarán a Don Joaquín. Fue un profesor de La Normal que en sus últimos años de docencia tuvo problemas con los estudiantes de Magisterio. 

Su asignatura era la música. Le temíamos todos los estudiantes oficiales y los libres a los que mi sombra pertenecía, pues tanto sus aprobados como sus suspensos no siempre obedecían al resultado de los exámenes. 

Mi sombra tuvo suerte la segunda vez que me examinó. Según Don Joaquín,  los estudiantes oficiales suspendían porque no atendían en las clases y no ponían interés, mientras los libres ¡Pobrecitos! bastante desgracia tenían de no poder asistir a sus clases. Para aprobar en septiembre, mi sombra fue a clases particulares con una mujer que hacía las faenas de casa por las habitaciones, mientras mis compañeros repetidores cantaban y marcaban el compás en una estancia que hacía de clase. Mi sombra  intentaba seguir su ritmo sin conseguirlo. 

Me habían asesorado de cómo debía  de ir vestida el día de la prueba, para que el cura me aprobara más fácilmente. Me puse un traje de vestido y chaqueta de pata de gallo blanco y negro que me sentaba como un guante. Solté mi melena lisa y brillante, según mis compañeros asesores, no le gustaba que las chicas llevaran el pelo recogido. Allá fui en plan modosita, todo por aprobar la música que teníamos por "maría" pero Don Joaquín la había convertido en un "callo". 

El aula estaba casi llena. Cuando me tocó mi turno, me señaló una página y mi sombra comenzó a medir en compás solfeando. De pronto me interrumpió:

_¿Pero señorita se da usted cuenta del tema que está solfeando? Yo enmudecí. _Continúe _ordenó. Continué al mismo ritmo lo que la mayoría de alumnos tenían memorizado, quizás fue eso lo que me salvó. Al salir mis compañeros me acosaban con sus comentarios: 

_¡Qué suerte! Si me llega a salir a mí esa, saco matrícula! ¿Pero no te diste cuenta que era "El vals de las Olas"?  ¡Qué! Aluciné, aún no me había dado cuenta.

 Después de unos días fuimos a por la nota. Mientras algunos charlábamos, un compañero fue a por su "papeleta" y me trajo la mía que estaba segura de que sería un suspenso. Pero no, levantaba mi "papeleta provisional" mientras decía sin poder creérselo: ¡Estás aprobada! 


Ahí me di cuenta de que la puesta en escena también tiene su importancia: "Todos los hechos de la vida social y hasta los del sentimiento pueden encasillarse en estas dos célebres palabras: oferta y demanda" de Remy de Gourmont.




martes, 12 de febrero de 2013

"Noche de Chispas"







 Gritaban sus ojos, gritaban sus mejillas enrojecidas y también su boca gritaba en silencio. 

Había pedido la separación después de muchos años de convivencia. Incluso lo había comunicado a sus hijos. Él exigía los motivos y daba explicaciones: cambiaría. estaría más pendiente de ella, la ayudaría en las tareas cotidianas, saldrían más a menudo juntos... Ella sólo le dijo dos palabras que le costó mucho pronunciar: ¡Me enamoré! 

Entonces las preguntas fueron otras: ¿Es alguien conocido? ¿Pertenece a nuestro entorno? ¿Trabajáis juntos?  Nunca respondió a sus preguntas..

  Fue una "Noche de chispas" en La Bañeza. Las cabezas adornadas con sombreros multicolores, como manda la tradición, las bengalas y el bullicio llenaban la Plaza. Se escucharon los versos, que desde la tarima levantada para la ocasión, se recitaban cada año con solemne entonación dando así comienzo a "Los Carnavales" .

 En ese momento, un sombrero de copa que sobresalía por encima de los demás, se acercó a la pareja. Habló de que hacía una noche hermosa y plagada de brillantes estrellas. Los tres sombreros miraron hacia arriba. Sobre sus cabezas el planeta Júpiter aparecía nítido. Sintió la mano de su compañero apretar la suya. El alto sombrero les invitó a observar las estrellas más de cerca a través de su telescopio permanentemente instalado. La boca femenina acertó a decir  tres palabras: "No, otro día"

El regreso a casa fue silencioso. Apenas traspasada la puerta del piso escuchó sus palabras: 

_Ya no hacen falta más preguntas. No parecías la misma cuando se acercó. Tu mano temblaba en mi mano. Tus ojos no querían mirarle, tu cara se encendió... ¡Sólo te pido tiempo! La estrechó entre sus brazos. Se dejó abrazar. Le amaba, no quería hacerle sufrir, pero nada podía evitar lo que sentía. 

 Eran sus pulmones quienes paraban su respiración. Era su corazón quién decidía, quien latía con fuerza, quien le hacía sentir aquel placer-dolor, pasión-angustia, felicidad-sufrimiento, confundiéndola. Todo aquello seguía en el centro de su pecho y subía hasta su garganta atenazándola. Sabía lo que era aquello, no era la primera vez que lo sentía.


Ama y enamórate:  "Las almas se miden en silencio, y las palabras que decimos sólo tienen significado gracias al silencio en que se envuelven. Si quieres descubrirte a alguien, calla" de Maeterlinck.




jueves, 7 de febrero de 2013

¿Vocación, sí o no?






Dos jóvenes  universitarios, que pasan de los treinta, entran en un restaurante adornado con un rótulo que reza: "¿Quién se atreve a hablar de crisis?"   ¡Está lleno. No hay mesas libres!

Mientras esperan toman unos vinos en la barra y conversan ante variadas tapas: 

_ ¿Qué opinas de lo que ha dicho el ministro Wert, sobre dejar a un lado la vocación y elegir carreras más prácticas?

_Pues, si te soy sincero, a mí me hubiera gustado ser veterinario, sobre todo por los caballos, pero mi padre me obligó a hacer derecho. Siendo él  político, yo terminaré en la política haga lo que haga.

_Realmente que te guste lo que estudias, que tampoco es mi caso, está bien, pero yo como tú terminaré en la política y para eso desde luego no se necesita tener vocación, lo que se necesita es arrimarse a un árbol que dé mucha sombra. 

_Lo malo es que con la que está cayendo sobre los políticos, ni putas ganas que tengo de serlo. De momento seguiré en derecho, pero pienso ir a mi ritmo no al que quiere mi padre. 

_Yo tampoco pienso darme prisa, me gusta disfrutar del ambiente universitario, lo voy a echar de menos cuando termine.

 Dejo a lo niños de papá, que serán políticos  por sus "genes". 

Es difícil de imaginar, médicos, profesores, investigadores o curas sin vocación, aunque sé que los hay, y... así nos luce el pelo. 

Que te guste lo que haces para mí sombra ha sido y es IMPORTANTÍSIMO.



El autor del Principio 90/10 Stephen Covey dice:

El  10% de la vida está relacionado con lo que te pasa. El restante  90 % está determinado por la forma en que reaccionamos a eso que pasa... 
_No tenemos control sobre el 10 % de lo que nos sucede pero sí del  90 %  restante".




martes, 5 de febrero de 2013

¡El Soneto!






 El abogado entregó un documento al magistrado al tiempo que suplicó: 

_Ruego a Su Señoría, acepte como prueba el Soneto que mi cliente me envió el mismo día de su muerte.

El juez leyó en voz alta: 

¿Por qué seguir en esta triste prisión?
 Mi alma encuentro, como la nieve helada, 
 soy y seré una mujer maltratada, 
 peligra mi frágil constitución. 
  
 Sus golpes, enfrían mi corazón. 
 Su palabra, más y más descarnada.
 ¡Cuánto tiempo mi vida amenazada! 
 Abandonarle es ya mi decisión.

 Veo su enfermedad. ¡Siempre los celos! 
  Le llevan a sufrir esta locura,
  que le ciega con sus tupidos velos.

 Dejé de ser esa infeliz criatura,
 que en mar de llanto deja sus desvelos.
 !Me levanto! ¡Mañana sepultura!    

Al terminar su lectura se oyó una voz masculina en la sal:

 _¡La muy zorra y sus putos versos!


Ya lo dijo Juan Bautista Moliére: "Jamás se ha conquistado un corazón por la fuerza".