viernes, 31 de octubre de 2014

Tocaron a "din, dan"





Mi sombra tenía seis años y aquel día las campanas tocaron a "din, dan" No ocurría muy a menudo pero era la señal de que había muerto un niñ@ en el pueblo. Me impresionó mucho saber que eras tú.

Sólo tres niñas teníamos seis años, solo tres niñas  eramos "quintas" y había muerto una de ellas, Candidina. Mis pocos años impresionados pensaban que podía ser la siguiente y preguntaba a mi madre si yo también me iba a morir como tú.

Los niños y niñas fuimos a tu entierro como era costumbre. Te enterraron en el único panteón que había entonces en el cementerio del pueblo. ¡Enorme le pareció a mis pocos años, para tu pequeña caja blanca!  Los niños y niñas nos acercamos pisando otras tumbas cubiertas de malas hierbas a pesar de que alguna mujer nos advertía que no pisáramos por ellas. Entonces las sepulturas eran de tierra. Sólo se arreglaban las tumbas por estas fechas de Todos los Santos y a veces no se veían con los hierbajos o no las notaban nuestros pequeños pies. A través de otras tumbas llegamos a la tuya preciosa, toda de mármol blanco. Tu blanca caja la bajaron con cuerdas unos hombres. Por mucho que estiré mi cuello apoyada en la barandilla de tu sepulcro no pude ver el fondo al que te bajaron. No te  arrojaron tierra como lo hacían siempre en otras fosas y sentí alegría por eso. Tiraron los hombres de las cuerdas y tú quedaste allí abajo cuando colocaron la lápida encima. A pesar de mis pocos años, sabía que no volvería a verte. Aun así, hubo un tiempo en el que cada año por Todos los Santos deseaba levantar aquella enorme losa y ver si aún estabas allí.

Te dejamos tristes bajo la piedra blanca. Al bajar la cuesta que va de regreso al pueblo, mientras las campanas seguían tocando a "din, dan", otras niñas y mi sombra de niña, dejando atrás la tristeza y viviendo el presente, acompañábamos saltando el sonido de las campanas con una letra que sólo se oía cuando era un pequeñ@ quien dejaba este mundo:


 Din, din, din, dan,

 al cielo van.
.Din, din, din, dan, 
 al cielo van...

Ha pasado más de medio siglo. Siguiendo la tradición colocamos flores sobre las lápidas. El mármol de tu panteón está deteriorado pero cada vez que entro en el cementerio, ya repleto de otros mármoles nuevos y brillantes, mis ojos se van hacia tu tumba. A mi sombra le sigue pareciendo demasiado grande.


 Son días de reflexión: "Siempre son los demás los que mueren" de Marcel Duchamp.




martes, 28 de octubre de 2014

"Dos cojines"





¡Qué cojines! Dirás cojones. No, no, has oído bien "dos cojines".

Ayer saltó la noticia, otra más del mismo calibre. Detenido por corrupción entre otros políticos a nivel nacional, el Presidente de la Diputación de León. Mirando ese hermoso, bien asentado en sus cimientos, sobrio y elegante edificio de La Diputación; mi sombra lamenta que la persona que lo representa y mayor responsabilidad tiene,  no posea en su  interior unos principios morales tan afianzados y sólidos como sus piedras. ¿Qué tiene que ver eso con los cojines? _me preguntas_ te lo explico:

Esta noticia negativa trajo a mi mente de sombra un recuerdo de signo completamente contrario.  Hace muchos años un tío-abuelo mío, Jovino López Morla, trabajó en la Diputación. Entonces era un honor laborar en un lugar público semejante, hoy suscitan sospechas algunos dirigentes de instituciones públicas, que se hacen ricos de la noche a la mañana. El tío Jovino no se hizo rico. Él era un artista. Nunca se casó. Alguna vez mi abuela pensó en algo que por entonces no se podía decir en voz alta: ¿Sería gay? Nunca lo supo pues jamás se atrevió a preguntar a su hermano si le gustaban los hombres. Después de años de trabajo, murió sin descendencia y sus hermanos se repartieron sus escasas pertenencias. 

Mi abuela, heredó dos hermosos cojines que su hermano había pintado con todo esmero. Ambos eran de seda y sobre ella en vivos colores, unos preciosos pájaros de multicolores plumas sobre unas delicadas ramitas verdes. Mi abuela en un principio los colocó en un par de mecedoras con rejilla y no se cansaba de mirarlos. Más tarde, temiendo su deterioro, los guardó en un armario. 

Mi sombra adolescente se quedaba extasiada mirando aquellos dos hermosos cuadros sobre seda mientras escuchaba las palabras de la madre de mi madre: "Mi hermano Jovino era muy listo y pintaba muy bien pero el pobre murió demasiado joven". Para mí aquellas pinturas sobre seda eran Arte con mayúscula. A su alrededor un grueso cordón igualmente de seda dorada enmarcaba el contorno de los dos cojines. Hasta el nombre del hermano de mi abuela me parecía original, Jovino, me sonaba a joven y lo imaginaba pintando y cantando a la vez. Jamás lo conocí ni siquiera en fotografía pero me hubiera gustado al menos tener una foto suya y otra también de los cojines. ¿Los heredó alguna de mis tías? Nunca lo supe. 


Me gusta pensar que en algún lugar, los cojines del tío Jovino, adornan una mecedora antigua. "La belleza perece en la vida pero es inmortal en el arte" de Leonardo Da Vinci.





jueves, 23 de octubre de 2014

¡Desde el tejado!




¡Sí, sí, desde el tejado! ¿Pero hasta dónde vamos a llegar?

Es un colegio de Primaria de la capital. Una madre se presenta ante el director para montarle un "pollo" porque a su hijo otro niño le había quitado las gafas en el recreo. El director le preguntó al niño que le contara cómo había ocurrido y el niño dijo: No me las quitó, es que Miguel me las cogió para limpiarlas y me las volvió a poner. 

_¡Pues eso no es lo que me dijiste a mí en casa!  Mejor dicho _dirigiéndose hacia el director_ voy a ser franca con usted. Mi marido trabaja para el Ayuntamiento y es uno de los que están reparando  el tejado del colegio y... ¡Lo vio todo! 

El lunes en el mismo colegio, mismo patio, mismos niños, mismos señores arreglando el tejado... Un niño se cayó y se hizo una pequeña herida. Una de las maestras que cuidaba el patio se fue a curarlo mientras otra cuidaba el recreo. De pronto aparece un niño que no estaba en el lugar que ocurrió la caída y le dijo a la profesora que un niño se había caído y tenían que ir a curarle. La profesora le dijo que ya lo había llevado a curar otra profe. Sintió curiosidad y le preguntó al niño cómo lo había sabido si él no estaba allí en ese momento.

Sí, sí, lo que estamos pensando: ¡SE  LO  HABÍA  DICHO  UN SEÑOR  QUE  ESTABA  EN  EL TEJADO  Y  LO   HABÍA  VISTO!

Hoy, jueves, víspera del "día del docente"mismo colegio, mismo patio, mismos niños, mismos señores arreglando el tejado... , de nuevo en el recreo entra en el patio como una energúmena la mismimisima madre y se enfrenta con una de las profesoras vigilantes del recreo. Le dice que a su hijo le han empujado contra la portería de fútbol, la insulta y le grita. Su hijo juega con sus compañeros despreocupado. La profesora le dice que no tiene por qué aguantar sus faltas de respeto. Se va hacia dirección y la mujer madre queda plantada en el patio buscando a su hijito entre las demás cabezas que corren y gritan para que le dé la razón. ¿Cómo se enteró la susodicha que su hijo recibió un empujón? ¡Lo habéis adivinado! EL HOMBRE DEL TEJADO, padre del niño empujado, llamó a su mujer por teléfono para que fuera inmediatamente.

 Mi sombra no sale de su asombro. Con razón cada vez se oye más y más que en los equipos docentes, temen más a los padres de los escolares, que a los propios alumnos. ¡Así nos luce el pelo!


¿Realizamos bien nuestro trabajo mientras vigilamos el de los demás? "Se dice que existen tres clases de testigos. Los que han visto bien, pero dudan de los que han visto. Los que han visto mal, pero creen haber visto bien . Y los que no han visto nada y aseguran haber visto todo" de Marco A. Almazán.




martes, 21 de octubre de 2014

¡¡Qué Paciencia!!




Paciencia, es mucha Paciencia. España le debería hacer la "ola" a esta mujer misionera. 

En primer lugar, en mi opinión, nunca se debería haber traído a los dos religiosos enfermos de ébola a España si no existían, como quedó patente: lugares, medios y protocolos adecuados. Los medios que se pusieron hubieran sido más útiles en el lugar del que procedían, como ahora sabe el Mundo es allí, en África, donde se han de poner los medios, por nuestro propio interés. Pero había que traer al sacerdote, no a la hermana Paciencia que a su lado, padecía del mismo mal. 

¡No podía ser! Los religiosos eran ciudadanos occidentales con todos los derechos, ella es una mujer africana sin derechos, como tantas. Ellos ancianos de una prestigiosa Orden,  ella una misionera negra cristianizada. Ellos, españoles servidores de Dios, ella una humilde sierva extranjera.

Y..allí quedó Paciencia enferma. Rodeada de enfermos, viendo morir a la hermana Chantal y sin pensar que ella pudiera seguir en cualquier momento el mismo camino. Con toda la fuerza de su interior "En ningún momento me faltó paz y serenidad", así logró vencer su enfermedad. 

Aquí, en España, murieron los dos ancianos religiosos. Pero... apareció Teresa que sin ningún tipo de protocolo la enviaron de vacaciones nada más limpiar la habitación contaminada por el médico misionero. Hicieron desaparecer a Exalibur y se comenzó a tomar en serio el protocolo. ¡Para entonces ya tenían presente que Paciencia había superado la enfermedad y podía ser útil! 

Paciencia, ¡qué paciencia! no puso inconveniente. Voluntariamente la trajeron para utilizar su plasma en la curación de Teresa. Para que prestara auxilio a los que no se lo prestaron a ella. UNA MUJER AFRICANA, la hermana Paciencia, que hoy mismo en el corazón de Madrid deberían levantarle un monumento.


Paciencia, tú sabes que:  "La generosidad no necesita salario; se paga por sí misma" de Hippolite de Livry.



jueves, 16 de octubre de 2014

¡Seguros!






¡Seguros! ¿Qué seguros? Tener un "seguro" puede ser la cosa más insegura que tengas. No lo sabrás hasta que no te ocurra algún percance. 

El otoño pasado en el embalse de Riaño el temporal deterioró varios barcos del pantano. Permanecen allí anclados todo el año para disfrute de sus dueños principalmente en verano. 

Los dueños de las embarcaciones, entre ellos mi hernano mayor, se apesadumbraron por las averías del temporal en sus naves. Sólo les consolaba saber que el club disponía de un seguro que se haría cargo de los desperfectos. Cuál no sería la sorpresa de los propietarios de los barcos cuando fueron a solicitar la ayuda del seguro disponible y les fue mostrada la cláusula uno a uno en letra muy, muy pequeña que decía textualmente: "El seguro no se hace cargo de los desperfectos que tentan lugar en aparatos que flotan en el agua". 

¿Un seguro para embarcaciones que no cubre lo que flota?

 ¡Manda huevos! Desde ahora lo sabemos. Los  barcos que se aseguran en nuestros pantanos han de tener alas y volar por el aire.

Lógicamente los dueños de los barcos se dieron de baja de un "seguro" que de seguro no tuvo nada.


Mi sombra perpleja: "Salimos de nuestra casa cansados de nosotros mismos y volvemos cansados de los demás" de Miguel Zamacois.




martes, 14 de octubre de 2014

De color "rosa"






 Sábado 11 de Octubre, día Internacional de "la niña". Monumentos y edificios de toda España se iluminaron de color rosa para recordar este día. Mi sombra entre niñas con "vida de color rosa" me hizo pensar en ti.

 Catedrales de rosa por ti niña: pero tú mañana serás desposada con un hombre mucho mayor que tú.

 Museos de rosa por ti niña: pero tú mañana serás violada por tu propio esposo.

 Torres de rosa por ti niña: pero tú mañana serás secuestrada por hombres de alma oscura.

 Puentes de rosa por ti niña: pero tú mañana serás vendida a un señor del primer mundo que ha ido al tuyo sólo con el objetivo de comprarte para su desahogo sexual.

 Acueductos de rosa por ti niña: pero tú mañana serás manoseada y atemorizada por un pedófilo.

 Palacios de rosa por ti niña: pero tú mañana serás drogada para que tu voluntad no oponga resistencia alguna a los abusos.

 Plazas de rosa por ti niña: pero tú mañana seras tiroteada por atreverte a ir a la escuela.

Monumentos de rosa por ti niña: pero a ti mañana no te darán  la oportunidad de nacer sólo por eso, POR SER NIÑA.

 ¡Es bonito y alegre el rosa! Pero desde hoy... traerá a mi recuerdo de sombra un pequeño semblante triste, una pequeña mirada angustiada, unos pequeños ojos acusadores

¿Y qué más? En opinión de mi sombra, el  rosa ya no es suficiente.


 "El día en que nací
   me condenaron.
   No conocí a mis acusadores, 
   ni vi al juez.
   El veredicto me cayó encima, 
   cuando respiré la primera bocanada de aire"
                              Poema escrito por una mujer de El Cairo.


 Nota de la Wikipedia: Mahoma se casó con una mujer mayor y viuda, Jadiya "muy rica" para la que él trabajaba. Después tuvo otras trece mujeres, entre ellas, Aisha fue prometida al Profeta a los seis años cuando él tenía cincuenta y cuatro. El matrimonio se consumó cuando la niña tenía nueve años.  


     

jueves, 9 de octubre de 2014

Viajando (3)





Son una pareja alrededor de la cincuentena. Han viajado por Italia y regresan a Roma para volar hacia España. 

Aún les quedan muchas horas hasta que salga su avión y deciden aprovecharlas utilizando el metro en uno de sus desplazamientos. Cuando se colocaron ante la máquina expendedora se dieron cuenta que no llevaban dinero suelto y decidieron introducir un billete de 50 € y sacar dos billetes BIG para varias horas. Lo peor fue ver que la máquina les dio sus billetes pero no el cambio de su dinero. Fueron a protestar a la oficina metropolitana y contaron lo que les había ocurrido. El señor de la oficina les dijo que lo entendía pero que tenían que cuadrar la caja y hasta que no hicieron el balance no podrían devolverles su dinero. Ellos regresaban a España esa misma noche así que no había tiempo para esperar al balance. El oficinista una persona muy agradable y educada, les pidió que le dejaran su dirección en España. Les prometió que  si era como ellos explicaban les enviaría su dinero.

 La pareja dejó su dirección en España y salió de la oficina pensando que nunca recuperarían su dinero. Regresaron a  nuestro país contando el episodio y siempre terminaban lo mismo ¡Ya lo vimos! Refiriéndose al dinero perdido.

 Pasaron dos meses y recibieron un aviso de Correos. Fueron a la oficina y allí recibieron un cheque. Los 38 € que la máquina les quedó a deber. ¡No se lo podían creer, ni el gasto de envío les fue descontado!

Y... es que... aún quedan personas de las que uno se puede fiar en el mundo.


Lo dice el poeta italiano Arturo Graf: "Los juicios que pronunciamos sobre los demás dicen lo que somos nosotros mismos".




martes, 7 de octubre de 2014

My "twitter" (18)





Lunes 22 de Septiembre:
Dicho en peligro de extinción: "Después de comer, ni el sobre de una carta te pongas a leer" Como ya apenas se escriben cartas... Será para evitar un corte de digestión por una mala noticia

Martes 23 de Septiembre:
La están examinando del carnet de conducir. El profesor le dice: Arranque usted, Carmen y diríjase a... Carmen interrumpe al profesor y le dice: No me llame Carmen que me pongo muy nerviosa, llámeme Mary. Al mismo tiempo se le caló el coche. ¡Suspendió de nuevo!

 Miércoles 24 de Septiembre: 
Un niño con un puñado de papeles publicitarios camina repitiendo: ¡Vendo propaganda! ¡vendo propaganda! ¡vendo... y mi sombra pensó: él no lo sabe pero tiene razón. La publicidad se vende y muy cara en la tele, en las tiendas, en las iglesias...

Jueves 25 de Septiembre: 
Toda la vida trabajando en el negocio que pusieron recién casados. Les fue de película, se hicieron millonarios. La mujer aunque trabajó como una mula no cotizó nunca. Se jubiló y pidió una paga que le fue denegada por los elevados ingresos del negocio común ¿Cómo se puede ser tan egoísta de nadar en la abundancia y no cotizar nunca? 

Viernes 26 de Septiembre: 
El muchacho dejó su bicicleta, entró en la tienda y al salir ya no estaba. Puso la denuncia. Le aconsejaron que la llevara siempre encima por si aparecía. Pasaron meses y un día vio su bici atada a una farola. Llamó a la policía, sacó la denuncia y todo coincidía. El agente cortó el cable y el chico se fue a casa en su bicicleta.

Sábado 27 de Septiembre: 
Comentario cogido al vuelo: Se llama Honesta pero de honesta no tiene nada más que el nombre. Tú ya sabes a lo que se dedica. 

Domingo 28 de Septiembre: 
Es colombiana. Era atractiva, alta y de buena presencia. Comenzó por un aumento de pecho y cada año va a su país para hacerse una nueva operación de estética. Actualmente todo el mundo la confunde con un travesti.


Aún así: "En los seres humanos hay más cosas dignas de admiración que de desprecio" de Albert Camus.



jueves, 2 de octubre de 2014

Un gato."Muso".




..
 ¿Cómo entró su gato en la casa sin que ella lo viera? Quizás intuyó que su dueña se iba como otras veces y quería despedirse de ella. Lo cierto es que le encantó el animalito cuando se lo regalaron para que le hiciera compañía. Tardó en buscarle nombre pero al fin lo hizo. Se llamaría Muso.

 ¡Pero! Muso tenía muchos peros: arañaba los muebles, deshilachaba las cortinas, olía mal la casa... Ella, también tenía uno que abarcaba todos los "peros" de su gato: era una maniática de la limpieza y el orden. Por lo tanto, muy pronto le prohibió la entrada a la casa. Su jardín era espacioso. Así que... 

Dio dos vueltas a la llave de la puerta en sus dos cerraduras, se metió en el coche y arrancó. En un rincón del jardín quedó la casita del gato, su comida y su cuna para descansar o dormir. En otro rincón, un pequeño montón con abundante arena, donde Muso, casi siempre, hacía sus necesidades. El gato aparentemente era feliz. Le gustaba merodear por los alrededores, meterse en otros jardines y encontrarse con otros de su misma especie en el parque cercano. De cuando en cuando recibía una caricia de su propietaria. En alguna de las ausencias de su dueña, tardaba dos o tres días en aparecer como para castigarla por abandonarlo. 

Esta vez pasaron ocho días, que podían haber sido quince, cuando su dueña regresó. Al abrir de nuevo las dos cerraduras de la puerta de su chalet, oyó un débil maullido parecido a un gemido, fue en esa dirección asustada pronunciando el nombre de su gato. ¡Allí estaba Muso!, apenas podía moverse, pero lo hizo y se acercó a su dueña tambaleante, famélico y esquelético. Un siamés, ¡lo más bueno del mundo!, según su ama, que se olvidó de despedirse y de asegurar la vida de lo que más amaba de su casa. Muso, de sus siete vidas, aparentaba estar consumiendo la séptima. ¡Pobre animal! 

Sin comida ni bebida, aguantó la semana. ¿Cómo su gato se metió en la casa sin que ella se diera cuenta?, se repetía. Supuso que fue cuando ella colocaba las maletas en el maletero. De cualquier manera ya no había remedio y Muso aparentaba estar vivo. 


Mi sombra está de acuerdo: “A los animales, que hemos vuelto nuestros esclavos, no nos gusta considerarlos nuestros iguales” de Charles Darwin.