martes, 31 de enero de 2017

Del "frío"



El otro día conocí a una persona que me hizo reír. Veníamos en el tren él desde Alicante. Se sentó a mi lado y me comentó si hacía frío en León, le contesté lo de siempre: En enero es lo normal, hace frío pero no tanto como dice la TV a veces. Por el día hace sol que es lo importante aunque las heladas sean grandes.

Entonces me comentó que él era de los que habían hecho la mili. Lo habían destinado en enero a Burgos y desde entonces siempre cuando alguien comentaba:¡hace frío! él siempre respondía: "Y en Burgas mucho más".

_Pues sí que le quedó grabado, sí _le comenté_ ¿qué le pasó allí?

_Yo vivo y he vivido siempre en Alicante, aunque tengo familia en Palencia. Pasé ahí unos días y ahora voy a visitar León. Como te decía me tocó hacer la mili en Burgos. ¡Qué suerte tienen ahora los cabrones que no les obligan a ir! Llegamos a Burgos y nos dijeron que a las duchas. Yo mientras esperábamos formados, veía salir vapor de las duchas y pensaba: ¡Qué bien una ducha caliente, con el frío que hace! Cuando me llegó el turno casi me da un infarto, el agua estaba helada, el vapor era el vaho de los cuerpos de los soldados. Desde entonces ni en el mar me meto, a lo sumo mojo los pies.

 _No será para tanto _le dije riendo.

_Pues quedé tan traumatizado que ni en verano me meto en el mar y la ducha ha de estar muy caliente. A veces abre la puerta mi mujer y el vapor del agua caliente lo inunda todo y me dice: ¡Qué te vas a pelar como un pollo! y tiene razón la pongo demasiado caliente, pero para fría la de Burgos.

 _Pues no habrá problema, en León las calefacciones funcionan a tope y el agua sale caliente a gusto del consumidor, si la subida de la luz lo permite.  Además, como dice el dicho: ¿Qué es el frío? ¡Ah, no sé, yo soy de León! 


Pero se vive bien en León: "No se puede tener un arco iris sin un poco de lluvia" de Ingmar Berman.



jueves, 26 de enero de 2017

Quitar apellidos




Cristina tiene varios hermanos pero uno de ellos es su preferido, justo es el que quedó viudo con un niño, Víctor, de dos años. Ella, que no tenía hijos, cuidó de su hermano y de su sobrino durante varios años en la casa familiar, hasta que su hermanos decidió volver a casarse.

Fue entonces cuando los nuevos esposos se llevaron al pequeño a vivir al piso que su hermano ya tenía antes de ser viudo. Para el niño fue un trauma que al igual que su tía intentaron superar viéndose de vez en cuando.

 Pero hete aquí que la madrastra de acuerdo con el padre se empeñó en darle sus apellidos al chico ¿Esto se puede hacer? Creo que si, si el padre y la madrastra están de acuerdo. Ellos lo hicieron. Esto ocurrió hace más de dos décadas. 

Cristina dice que lo hizo la madrastra aunque su hermano estuvo de acuerdo, ya que el niño era copropietario del piso junto con su padre y así ella también tendría una parte en el piso. Además así podían solicitar ayudas. A partir de ahí la relación entre la tía y el sobrino comenzó a ser casi nula, sin que ellos tuvieran mucho que ver en ello. 

Dos años después, la madrastra tuvo una niña y desde entonces la cosas no fueron igual para Víctor. A pesar de eso, Víctor creció llevándose bien con su hermana. La relación con Cristina, tanto del padre como del hijo, fue a menos. Con la madrastra que siempre fue muy tirante, dejó de existir.

 Al cumplir los 18 años Víctor, la mujer de su padre, su madre adoptiva, lo echó de su casa con el permiso del padre que ya no se hablaba con su hijo. Pasó un tiempo y el matrimonio se separó.

Víctor se casó. La madrina de su boda fue su tía Cristina. Su padre no fue a su boda y lo peor estaba por llegar. La madrastra pretende ahora quitarle su apellido a su hijastro a lo que éste se niega en redondo. 


Me pregunto: ¿Será posible hacer esto?  ¿Ahora  te doy mi apellido, luego te lo quito? "Pocas veces falta el ingenio en la maldad" de Antonio de Solís y Rivadeneyra.


martes, 24 de enero de 2017

"Beneficiarse"



Estos peques me meten en cada berenjenal que no sé como salir del atolladero. Son los dos más pequeños. La niña de seis y el niño de ocho años. Uno de estos días, después de comer, como los Reyes les han traído una tablet a cada uno, les dije que podían jugar una hora. 

Ya sé que si le pones a los niños una maquinita en las manos no tienes niños en toda la tarde, pero para eso estamos los adultos, para controlarles. No jugaban al mismo juego pero ambos de vez en cuando miraban el juego del otro y comentaban. 

Llevaban como tres cuartos de hora jugando. El niño jugaba al "Goat Simulator" protagonizado por una cabra (coces, cornadas, su lengua atrapa de todo hasta personas) lo que se dice "hacer el cabra" para mí es un juego un tanto estúpido como la mayoría en los que se hace el cafre, pero no hay mucho dónde elegir y se divertían con la cabra. De pronto el niño me pregunta:

 _Yaya, ¿qué es beneficiarse? _ la niña añadió_ Sí, sí, yaya, ¿qué es beneficiarse?. Estaba leyendo el periódico y les dije "pues obtener un beneficio, o sea obtener algo bueno".

 _Es que, no sé qué hay que hacer para seguir _dijo el niño_ aquí pone "beneficiarse a una animadora" (literalmente). Me entraron ganas de reír, cuando deberían haberme entrado ganas de gritar en estas circunstancias. Acerté a decir: 

_Pues será que habrá que darle de comer a la cabra. Al momento:

 _No, no, ya le he dado de comer y no es eso _añadió el niño. 

_Pues... no sé. Bueno ya quedan sólo cinco minutos y tenéis que dejarlo, otro día seguís. 

La cabra, la cabra, la put... de la cabra. ¿Será posible? ¿Hacen los juegos para niños con segunda? Quizás el traductor no es español, o si lo es,  desconoce el significado coloquial de "beneficiarse". El día que lo descubran, aunque no creo que sus padres le vuelven a dejar el juego, habremos formado otros monstruitos como la cabra del juego. 


De momento quedó sin aclarar la palabreja: "La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras" de Jean-Jacques Rousseau.



jueves, 19 de enero de 2017

El hijo "a juicio"





Mario era un hombre cumplidor, buen marido y buen padre. Trabajaba en RENFE con un buen sueldo, Catalina y él llevaban casados quince años.

 Cata, así le llamaban los más íntimos, comenzó a ver detalles en su esposo que no le casaban.  Lo comentó con su madre, ésta le dijo: Hija, deja de darle vueltas. Es casi imposible que te sea infiel: hace su jornada, no trasnocha, si sale sale contigo... 

Un sábado de otoño, había carrera ciclista en el puerto Pajares y su hijo de trece años quería ir, pero su padre le daba largas.  Es que en el puerto hay que dejar el coche lejos, hay que andar mucho, subir... Su hijo se empeñó en ir ante los gestos de apremio de su madre y lo consiguió. 

Regresaron al atardecer y Cata iba a preparar la cena cuando su hijo le dijo que no hiciera nada porque ya habían cenado y había pagado la cena Teresa. ¿Cómo que Teresa? Teresa era una compañera de trabajo. Al final por varias vías se descubrió que Mario tenía un "affaire" en el trabajo. Cata pidió la separación y Mario comenzó una vida junto a Teresa que sólo duró tres años. 

Al principio parecía que todo iba bien, pero los problemas económicos comenzaron a aflorar. Mario no se hizo cargo de la parte de la hipoteca que le correspondía del piso que había compartído con su mujer y fueron los padres de Cata quienes la pagaron. Su hijo estudió en el instituto con muy buenas notas y pasó a la universidad. 

Cuando su hijo terminó su primer año en la universidad, Mario llevó a su hijo a juicio porque había cumplido su mayoría de edad. Se negó a seguir pagando sus estudios. El juez falló a favor de su hijo que siempre había sido muy buen estudiante y debería de continuar con sus estudios universitarios. Ante esto, Mario se despidió de la empresa para no dar a su hijo lo que le pedía el juez. 

Hoy, Mario se ha tenido que ir a vivir con su madre octogenaria de cuya pensión vive. Su hijo consiguió finalizar sus estudios, tiene un buen puesto y no quiere saber nada de su padre. 

Después de tanto tiempo, Mario aún envía whatsapp a su ex, lamentándose del pasado. Quiere empezar de nuevo. La madre de su hijo, que logró un trabajo en una residencia de ancianos ni por asomo piensa en cruzar el abismo que la separa de él, Con su hijo adulto ella comienza a vivir de nuevo sin miedo ni ataduras. La infidelidad se la podría perdonar, pero el haber llevado a su hijo a juicio, nunca.


Pasar página es difícil pero necesario: “Lo único totalmente seguro es que tenemos esta vida ¿por qué perderla lamentándose?" de Abel Pérez Rojas.



martes, 17 de enero de 2017

My "twitter" (34)


 Todo de mayores:

Lunes 9 de enero:
Dicho en peligro de extinción:"A la vejez viruelas" La viruela, hoy erradicada, era una enfermedad que afectaba principalmente a niños y adolescentes, no era una enfermedad de ancianos. Hoy se dice cuando se hace algo fuera de la edad que "supuestamente" corresponde, como tener aventuras amorosas las personas mayores.
  
Martes 10 de enero:
El anciano está todo el día dormitando. Por la noche siempre pide las gotas porque no puede dormir. Se acerca la cuidadora con una jeringa de agua, abre la boca, las toma y al momento se queda dormido.

Miércoles 11 de enero: 
Llegas a la residencia y la ves enseguida. Todos los residentes llevan un gran babero. Ella, con 98 años no se lo deja poner. ¡Un babero, como si yo fuera un bebé! Claro que es una viejecita que vivió toda su vida en Madrid, es muy presumida, independiente y tiene mucho carácter y... para mí sombra, también tiene toda la razón.

Jueves 12 de enero:
El anciano, con demencia senil, vio a su hijo cortar leña y le dijo a su mujer que habrá que pagarle, ella le dice que no, que es su hijo. Al rato sale a la calle y su hijo habla con el vecino. Entra en casa y le pregunta a la abuela: ¿Quién es ese que está hablando con Manuel el vecino?7 

Viernes 13 de enero:
El abuelo estuvo en el hospital San Juan de Dios, su hija pidió a las enfermeras que le dieran un calmante porque estaba muy nervioso pero no se lo traían. Al rato tuvieron que atar al enfermo porque no lo dominaban, no podía hablar. De pronto comenzó a silbar, sus silbidos se oían en todas las plantas. Revolucionó todo el hospital. Le trajeron el calmante al instante.

Sábado 14 de enero:
Le dan una pastillita porque el señor dice que le duele la cabeza. Según él, no le hace nada. Le han de dar un "compromido" más grande. Le administran un placebo de mayor tamaño y de inmediato deja de dolerle la cabeza. 

Domingo 15 de enero:
El señor maduro en su primera cita, le dijo que era partidario del "poliamor" y ella le contestó que ésa sería su única cita. 


Así es la vida:"De todas las cosas que le pasan a las personas, la vejez es la más inesperada" de León Trotski.



jueves, 12 de enero de 2017

¡Fuerza física!




El año 2.016 se cerró con más de 50 mujeres muertas en manos de sus parejas. Vivimos tan rápido que las noticias recientes parecen antiguas.

Según Antonio Salas, magistrado de la Sala I del Tribunal Supremo, ha achacado la violencia de género a “una manifestación más” de la “maldad del ser humano” y ha afirmado que “si la mujer tuviera la misma fuerza física que el hombre (…) no pasaría esto”. El juez, que considera que el maltrato es “un problema gravísimo en nuestra sociedad”, reaccionó así en Twitter (El País) el pasado 3 de enero. 

Siempre he pensado que si ETA matara en un año esa cantidad de personas el Estado estaría en alerta máxima. Son media centena de mujeres, sin contar las que desaparecen y de las que nunca sabremos qué ha ocurrido con ellas. 

Se me ocurre decirle al juez Salas que las mujeres no son iguales que los hombres. Nadie pone en duda la mayor fuerza física del hombre respecto a la mujer, por eso para muchos trabajos está más capacitado e igualmente la mujer está mejor preparada para desempeñar otros. Pero no se trata de eso sino de tener iguales derechos que los hombres. Se me ocurren varios ejemplos: que a igual de trabajo se cobre el mismo sueldo, que sea abolida la ley Sálica de una vez por todas, que las mujeres puedan ser sacerdotisas si ése es su deseo... 

La fuerza física, señor juez, no impide matar a la mujer que quiere hacerlo.  Puede recurrir a métodos que no impliquen la fuerza física y de hecho así ha ocurrido a través de la Historia con varios métodos: como armas de fuego, envenenamiento, encargos a sicarios... 

Por desgracia hay muchas formas de matar sin utilizar la fuerza. A la maldad del ser humano sí se pueden achacar tantas muertes pero para eso está el autocontrol que algunos hombres pierden habitualmente. ¡Pero no queremos ser, ni lo somos, iguales a los hombres! 


Más control en nosotr@s mismos: "Si los ciudadanos practicasen entre sí la amistad, no tendrían necesidad de la justicia" de Aristóteles.



martes, 10 de enero de 2017

¡¡Chin, chin, 2.017!!




¡¡Uff, desde el año pasado que no escribo!! 

La verdad es que hay mucha gente que se marca objetivos para este nuevo año, yo no, los cumpliré según vayan llegando. Pero sí hay algo que quiero hacer. 

Mi hija pequeña vio en la Red algunas ideas para el 2.017 y va a poner una de ellas en práctica. La verdad es que a mí me gustó y la voy a copiar también. Se trata de algo sencillo. 

Coges un tarro de cristal con tapa y a lo largo del año vas escribiendo en papelitos las cosas positivas que te van sucediendo: las sorpresas, las alegrías, los momentos felices... enrollas cada papel escrito y lo metes en el tarro. Al finalizar el año se leen y es entonces cuando nos damos cuenta de las muchas cosas amables, importantes o sencillas que nos han sucedido y que nos han dado felicidad y alegría a lo largo de todo el año, sin haber reparado en ellas. 

¡Sólo las situaciones felices! Porque tendemos a fijarnos mucho más en los malos momentos y nos olvidamos de las ocasiones perfectas que hemos vivido.

La idea me pareció estupenda. Así que ya tengo el tarro y he escrito tres papelitos:

 _Que ya le pasó la dichosa tos a dos de los peques.. 

_Que el pasado día dos, nos juntamos a comer 30 personas con el apellido "Solana" y algunas que no lo llevan pero que también forman parte del clan. Comimos en el "Rey del Jamón II": comimos y bebimos demasiado, reímos mucho y charlamos hasta media tarde

_Que el domingo ganó mi equipo al parchís de seis. Jugamos a la "escoba", a la "brisca" al "cabrón"...  pero ganar al parchís de seis es... ¡LO  MÁS!


 Viviendo el Nuevo Año: "No hay más que tres acontecimientos importantes en la vida: nacer, vivir y morir. No sentimos lo primero, sufrimos al morir y nos olvidamos de vivir" Jean de la Bruyère.